Con la incesante amenaza de la típica lluvia del norte del país, la Ruta Galaica arrancó una nueva andadura que ya llega a la tercera edición. Los asistentes, llegados de los puntos más remotos de la península ejercieron una excelente participación, demostrando una vez más, que esta pequeña concentración goza de muy buena popularidad.
De entre los más destacados, hay que remarcar la llegada desde Andorra del único superviviente fiel de las tres ediciones a manos de Joan Can-Am Renegade, que además de un amigo, es un gran colaborador con esta organización y con el que dimos vida a esta nueva ruta.
Como que algunos participantes venían desde muy lejos, algunos de ellos decidieron adelantar su llegada unos días para disfrutar mejor es las vacaciones. Es el caso de Maite y Marco ( NICKS:Mama-Queen-quad/Exgesera y Gato), Berto y Paco (NICKS: Conxuro y JFespinosa/Donmanolo) con quienes aprovechamos el día anterior a la ruta para efectuar una pequeña escapada por los alrededores de la zona y tener así una primera toma de contacto con los montes gallegos y de paso ??saborear?? las primeras gotas de lluvia que daban a entender que nos querían acompañar a lo largo de toda nuestra travesía.
Llegado el día de la cita, el resto de compañeros iban haciendo su aparición poco a poco en hotel elegido para arrancar a la mañana siguiente con la primera jornada de la III RUTA GALAICA.

1era Etapa

A las nueve de la mañana poníamos en marcha los motores de nuestros quads para disfrutar de la aventura que teníamos por delante, con una climatología inestable que amenazaba con descargar agua durante todo el día tal y como había ocurrido por la noche, aunque por suerte para nosotros, el tiempo finalmente nos respetó y así pudimos gozar de unos caminos perfectos para el desarrollo de la ruta.
Según salimos del hotel encaramos nuestros pasos hacia un camino totalmente inundado donde entraríamos en contacto con la sensación (y realidad) de la humedad que hace estragos sobre las tierras gallegas y que sirvió para comprobar el tipo de suelo que nos encontraríamos durante toda la jornada.
 
Avistamos el primer gran barrizal, la marcha se retrasaba con las contínuas paradas ajenas a la voluntad de todos pero ya se sabe que cuando las cosas se tuercen uno está merced del destino, que en esta caso se había empeñado en que llegarámos tarde a nuestra meta.
Metidos de llenos en el barro del camino, alguno que otro tuvo su guerra particular con el lodo para intentar sacar su máquina adelante, ya fuera gracias a sus dotes como piloto y buen conocedor de su máquina o ayudado por el resto de participantes de la ruta.
Esta situación sirvió para que nos echáramos nuestras buenas risas y alguno un mal trago, no como piloto, pero sí la máquina.
Seguiríamos un buen tramo hasta llegar a al hora de la comida que se desarrollaría en una antigua estación de tren, donde de nuevo partiríamos por el antiguo trazado de las vías del mismo hasta adentrarnos en unos túneles y llegar de nuevo a tomar contacto con lo que seria la segunda tanda de barrizales donde pasaríamos un buen rato disfrutando de ellos y donde lamentablemente surgirían los primeros abandonos por averías de dos llantas rotas en cada máquina, con la siguiente retirada de los dos atv al hotel.

 

El resto del grupo siguió la ruta hasta la hora de la cena para pasar más tarde a efectuar una nocturna, donde sufriríamos un nuevo abandono de otro vehículo por rotura de un palier y que le obligaba a despedirse de la ruta.

2nda Etapa

La segunda jornada estaba principalmente destinada a efectuar una ruta turística por la zona pero dados todos los problemas surgidos el día anterior, decidimos intentar recuperar un poco el tiempo perdido tras los numerosos percances sufridos a lo largo del trayecto y decidimos volvernos a adentrar en los caminos de los bosques gallegos mirando hacia la costa para así poder enlazar con la ruta que estaba inicialmente destinada para ese día y de paso darle un poco más de monte a los participantes. Al grupo supervivente hay que añadir la incorporación de Esmorís que hizo media jornada con nosotros, y así, de alguna manera poder resarcirnos de las pérdidas de tiempo sufridas día anterior y desde la organización desamos que ese deseo se consiguiera y que todo el mundo se fuera con un buen sabor de boca.
 
Recorreríamos una parte de monte siempre por caminos, donde nos encontraríamos con unas pequeñas cuestas en forma de trialeras de nivel asequible y con pistas y caminos de agua y barro, para seguir con la ruta turística recorriendo una buena parte de costa. Esta vez también se efectuaron paradas pero fueron para que los participantes pudieran hacer sus instantáneas panorámicas y así dejar inmortalizados esos sitios o paisajes que más les llamaran la atención, sin dejar de andar a un buen ritmo hasta hacer un alto en pueblo en forma de península que se adentra en el mar y que tiene su pequeño puerto pesquero.
Después de refrescarnos un poco, volvíamos a la ruta para seguir hasta el lugar escogido para comer que en esta ocasión sería un antiguo fuerte militar reconvertido en parque natural desde donde se pueden disfrutar unas bonitas panorámicas tanto de la ciudad como de su costa.
Costa que seguiríamos recorriendo hasta la hora de retirarnos para dar por finalizada la ruta con la habitual cena de despedida y sorteo de regalos, que en esta ocasión también sirvió para celebrar el primer año cumplido de nuestro foro y contamos con el ?amadrinamiento?de Maite haciendo el corte de honor de la tarta y como agradecimiento a todos y cada uno de los asistentes.
 Hay que descatar la participación e integración de todos los allí presetees porque si uno se dedicó a hacernos reír, el otro fue el encargado de estar ahí con la cámara y captar ese momento tan especial de ?gloria? de cada uno, o por ser el que más cerca estaba para echarnos una mano en ese momento de nuestro paso y darnos más confianza sobre el desarrollo de nuestra maniobra. De esta forma, podría seguir enumerando hasta un sin fin de detalles que me quedaron grabados de todos y cada uno de los asistentes con los cuales, aunque un poco cansado aun, no dudaría ni un solo segundo de ponerme a su lado y volver a disfrutar con todos ellos de las jornadas que hicieran falta en más rutas.